
Todos tenemos una Gran Historia
Maria Genara
Escrito por BlancaCeP |ENERO 2014
María Genara, mujer muy especial que fue un ejemplo de esperanza y amor. Ella fue un gran personaje hija única, consentida por sus padres. Siempre la mejor vestida con abrigos finos y de todos los colores. Su madre fue enfermera y su padre constructor ambos de origen Boyacense exactamente de la región Paipa Boyacá. A sus 14 años perdió a sus padres, su madre murió de asma y su padre fue arrollado por el tranvía. Ella se quedo sola en su casa de Paipa Boyaca.
Una mañana ella pensó en suicidarse saltando al tren; sin embargo, en ese momento sintió a Dios en su corazón, corrió a la iglesia y rezo dejando su alma tranquila en manos del padre celestial. Después fue a su casa y organizando sus cosas, paso una triste mirada a la habitación de sus padres y de repente entre su stress y aquel dolor, ella vio a su madre que la miraba cerca de la cama; en este momento de confusión y emoción, fue tan difícil que ella se desmayo. Al despertar, se levanto y empezó a limpiar aquella habitación, cuando de pronto en el colchón encontró una pequeña abertura, miro, toco con su mano y encontró allí un rollo de billetes.
Días después, ella empaco sus maletas y en compañía de dos primos se fue a la capital, llegando el 20 de Julio a Bogotá donde continuó sus estudios en un colegio Católico; los curitas y monjitas le ayudaron mucho, enseñándole de todo un poco inclusive coser. Y fue en aquel lugar donde encontraría a su amor de la vida “José Antonio” quien la acompañaría durante 60 años como su esposo. Ellos tuvieron nueve hijos, cinco hombres y cuatro mujeres.
Ella era una mujer de valentía, coraje, ideas y decisión. Encontraba solución para cada problema, como abriendo una tienda en Bello horizonte para ayudar a su esposo con los gastos que a pesar que él, trabajaba con el gobierno como constructor no era suficiente. Luego de un tiempo ella finalizo con la tienda y empezó a trabajar con un empresario de tierras.
El señor doctor López, era dueño de innumerables terrenos y areneras en el sur de la ciudad. Ella comenzaría manejando el personal y administración luego, gestión y ventas de terrenos de la empresa llego a ser una excelente trabajadora. Aunque con algunos conflictos en casa por causa del poco tiempo que le quedaba, a pesar de que tenía una empleada que le ayudaba con los quehaceres de la casa no era suficiente tanto así, que para la lactancia materna por los dos primeros meses de sus bebes, ella les ponía una hamaca pequeña en su oficina.
El Perdomo era un barrio el cual estaba empezando a construirse, habían pocas casas y en su mayoría los que vivían allí trabajan para la empresa del señor López. Además estaba rodeada de campamentos construidos en lata donde vivían los trabajadores de menos recursos y en el medio de esto se encontraban dos oficinas, en ladrillo y pintadas de blanco en las cuales ella dirigía y gestionaba. Ella era importante, respetada por los vecinos, amiga cercana del cura y el presidente de la junta quien antes de tomar cualquier decisión del barrio era consultado con ella.
José Antonio su esposo construyó allí su casa con mucho amor para ella y sus hijos, donde pasarían momentos muy felices como organizando fiestas en momentos especiales como navidad donde invitaba a sus vecinos especialmente a los niños ofreciéndoles regalitos, dulces y una agradable merienda. Ella era la luz de su hogar amaba a su esposo e hijos y su esposo era su gran apoyo aunque era una familia numerosa siempre había amor.
Después de un largo día de trabajo, ella se tomo una pastilla para el dolor de cabeza y la paso con un aguardiente esto le provocó un derrame cerebral cuando estaba durmiendo y le afectaría el nervio óptico de los ojos, un mes de recuperación, y a pesar de que buscaron los mejores médicos especialista fue en vano, el doctor Baraquer le dijo que nunca volvería a ver. Fueron momentos difíciles para ella y su familia pero su esposo siempre estaba allí consintiéndola y mimándola y el amor de todos sus seres queridos.
No volvería a salir muy frecuente de su casa únicamente por cosas importantes como el médico o la institución para ciegos donde aprendería a manejar el dinero y a salir con bastón. Ella sufría mucho estaba enseñada hacer todo por ella misma sin depender de nadie, era terrible no poder ver ni siquiera un rayo de luz. Por lo cual cayó en una profunda depresión comenzando a comer mucho más que de habitud. Todos los días empezaron a ser oscuros, no quería ni levantarse, sin embargo en las mañanas su esposo la enviaba a la cocina a llevar los platos, la hacía caminar por el hall hasta el fondo, luego por el gran patio de su nueva casa que habían adquirido solo a un paso, en frente de la pequeña que tenían.
El la cuidaba en todo momento, su protector, sus ojos, la mimaba y motivaba trayéndole pequeños regalos que escondía en sus pantalones al llegar a casa. Y era ese amor profundo de él, y sus hijos que la mantenían viva a pesar de aquella oscuridad.
Ella se habito y se sobre puso a su situación de no poder ver. Y trato de darle felicidad a su familia en cada momento de la vida de cada uno de ellos. Al pasar los años, ella esta bailando sin parar, con su esposo, con sus hijos, cuñados, está cantando y riendo, transmitiendo una dulzura mágica que la hace brillar en su familia y conmueve a su esposo que callado siempre está cerca a ella ayudándola y dándole su mano. Fue una pareja que a pesar de todas las dificultades siempre se ayudaron y estuvieron el uno para el otro en las buenas y regulares circunstancias, un amor incondicional, un amor profundo y hermoso.
Después de unos años ella tendría que cambiar sus hábitos alimenticios y físicos a causa de la diabetes. Sin embargo ella celebraría sus bodas de Oro con su esposo el cual durante todo este tiempo a pesar de que ella no podía ver estuvo pendiente de que el fuera bien atendido, su voz fuerte se escuchaba llamando para que le sirvieran la comida, le trajeran su ropa y le contaran como él se veía.
José Antonio no quería que ella muriera primero, ella era su vida; fue así como el tendría un infarto fulminante el 20 de septiembre y cuatro años después, el mismo día y mes por muerte natural María Genara, no despertaría mas y sus almas finalmente volverían a estar juntas.
El verdadero amor se consolida con el tiempo a través del apoyo mutuo, el respeto, la tolerancia, la paciencia y el amor incondicional en cada momento.
SECCION HISTORIAS DE MI MADRE
Escrito por BlancaCeP.
Foto GB
Podcast MariaBotCh
Traducion MariaBotCh/CedricChanut
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