Escrito por BlancaCeP.

 

Era una tarde primaveral, cuando de repente, la fiebre comenzó hacerla delirar, cerca de su cama estaba él, con su habitual tranquilidad -la miro y se fue corriendo a la cocina, le preparo una agua de panela (azúcar natural) con limón muy caliente, haciéndosela tomar a sorbos rápidos mientras él, la miraba con ese amor puro y noble que le profesaba.  Ella lo miro y se sintió mejor, quedando dormida casi en sus brazos.

 

Esta pareja se enamoro desde cuando eran niños tanto él, como ella, solo vivían para quererse.  El uno era dependiente del otro y muy juntos se les veía a diario. Sin embargo, ante la sociedad estaban muy jóvenes para pretender una relación formal, los veían como dos chiquillos jugando al amor pero para ambos era como un cuento de hadas donde la felicidad de cada uno de ellos eran esas citas clandestinas llenas de esa pasión de adolescentes impetuosos que querían desafiar la sociedad.

 

Una tarde, el acaricia tiernamente su rostro y le decía a ella cuanto la amaba y surge, aquello, lo inevitable en su vientre de niña de 14 años se estaba comenzando una nueva vida, él de 16 años se sintió asustado pero primo aquella ilusión que le hacía sentir una gran alegría. Todavía ellos iban al colegio, eran adolescentes; una semana de vacaciones, ella fue enviada a un pueblo donde pasaría los ocho días en el apartamento de su hermana, la cual le pidió que se subiera en el tejado para ayudarle al esposo con la reparación del televisor. Ella subió corriendo pero se resbalo, golpeándose fuertemente en su vientre, los días siguientes se estuvo muy quieta aunque sus sueños eran terribles veía fantasmas, monstruos y sentía que su amor le hacía mucha falta, terminadas las vacaciones se preparo para ir al colegio pero un dolor en sus caderas la hicieron gritar, comenzó a cojear ya que el dolor bajaba por su pierna derecha impidiéndole caminar, una de sus cuñadas acudió pronto para llevarla al médico, fue llevada a un hospital grande donde le diagnosticaron seis meses de embarazo, los médicos la examinaron encontrando que el niño no se sentía, sin embargo, ella decía que lo sentía. La dejaron en observación para mirar que pasaba. Cada que pasaban los médicos, decían que el niño estaba muerto pero ella insistía que –no-, ya a la madrugada el médico le formulo un medicamento para que el niño naciera; cuando fue al baño sintió un gran dolor y fue llevada a la sala de partos donde termino de tener el bebe, era grande y bien formado de 6 meses tenía mucho vello en su cuerpito lo mismo que en su carita, unas grandes y hermosas patillas, sus ojos bien cerrados, parecía vivo.

 

La enfermera dijo está muerto,  al siguiente día, llego su amor muy triste por la pérdida de su hijo ya se veía como padre sin embargo la estrecho contra su corazón, con mucho amor consolándola con sus besos, -eso es cosa de Dios ya vendrán otros bebes, lo importante es que siempre estemos los dos él le decía- y su amor creció.

 

A los pocos meses apareció esa fiebre que no la dejaba en paz, la llevaron al medico el cual la examino y le diagnostico una enfermedad mortal, comenzaron hacerle toda clase de exámenes médicos dolorosos, los análisis y estudios de su enfermedad en su cuerpo se alargaban día a día pero lo único que la sostenía animada, era recordar el rostro de su amado lleno de lagrimas cuando el médico le dijo a él que se quedaba hospitalizada, fue muy triste para ella. El venia todos los días así no hubieran visitas entraba con libros de medicina debajo de su brazo como un estudiante mas de medicina. El llegaba a su cama, la llenaba de caricias y cuentos que la hacían reír. Todos los veían como una pareja de telenovela o tal vez como Romeo y Julieta, el curita que venía todos los días les decía que les iba a construir una casita solo para los dos donde, él, les daría su bendición para que vivieran por siempre felices.

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Escrito por BlancaCeP

27/08/14

Fotos: Galeria Wix/ MariaBotCh

 

SECCION | HISTORIAS DE MI MADRE