
Los momentos son Unicos
Escrito por BlancaCeP
Damos un momento de meditación recorriendo nuestra vida y encontramos un conjunto de situaciones que marcaron cada una de las experiencias vividas. .
|NOVIEMBRE 2013
Desde pequeña estuve rodeada de personas que me quisieron, mimaron, protegiéndome y complaciéndome en todo lo que yo querÃa. TenÃa ocho hermanos los cuales vivÃamos en una pequeño barrio lleno de potreros. Nunca tuve necesidades económicas, mi padre y mi madre trabajaban ambos para que no faltara nada en casa. Mi madre trabajaba cerca a nuestra casa y mi padre en el centro de la ciudad. Siempre habÃa una señora que nos cuidaba, claro que, al principio lo hacÃan los hermanos grandes que cocinaban y cuidaban a los pequeños.
En mis recuerdos hay varios momentos inolvidables. Veo a mi hermana MarÃa empujando una hamaca en el patio pequeño de la casa, el cual estaba todo en baldosa, allà habÃa una alberca con un lavadero en cemento detrás habÃa una cocina y al lado un baño, alrededor del patio habÃan dos habitaciones pequeñas y otras dos grandes donde tres de ellas tenÃan varias camas y en una de las grandes dormÃan papa y mama.
La habitación del rincón siempre me dio miedo ya que era oscura, no tenia ventanas. En ella guardábamos todas las cosas que no servÃan. Recuerdo que cuando la estábamos desocupando sorpresivamente salió una rata blanca debajo de todas esas cosas, grite, salte, con la mala suerte de que habÃa una botella rota por la mitad y mi pie cayo directamente sobre esta, con una profunda abertura y sangre por todo lado, sin dejar la hemorragia de parar, el dolor, la impresión, mis gritos se oyeron por toda la casa. Rápidamente, llamaron a mi mamá la cual me llevo a un hospital cercano donde me cerraron la herida cociéndola.
Moviendo un péndulo amarillo de lado a lado, el médico trataba de hipnotizarme, terapia que buscaba que yo olvidara ese momento pues veÃa la rata blanca por todo lado estaba en pánico. Inclusive cuando movÃa el pie y veÃa los cuadros de la cobija gritaba sin control. El médico me dio calmantes y me dio de alta, en esos dÃas disfrute un poco de la cama de mis padres y de su compania.
Mi padre era muy callado, hablaba poco con nosotros, jamás vi que fuera cariñoso con ninguno por eso se quedo en mi mente ese momento cuando me abrazo y dormà en su brazo, una noche que nunca se me olvidara porque sentà el amor de mi padre su hermoso corazón.
Los momentos inolvidables de mi niñez vienen a mi mente, una vez me devolvieron de la escuela porque estuve vomitando, ese dÃa habÃa un eclipse, mi hermano hacia el almuerzo y arreglaba su bicicleta. El me mando a lavar un arroz el cual se me cayó en el lavaplatos, el me grito, fue muy grosero e injusto sin considerar el estado en que estaba. Luego empecé a vomitar nuevamente.
En otro cuadro de mis recuerdos, me veo jugando en la escuela. El juego se llamaba soldado libertador eran dos grupos que corrÃan sin dejarse coger de los adversarios, si a todos nos cogÃan perdÃamos. CorrÃa como nadie tenÃa muchos amigos, era la más popular de la escuela pero se fue mi profesora y mis padres decidieron cambiarme de colegio, a uno mas pequeño donde pasaria mis mejores años.
En otra parte de mi vida, estoy en mi casa, es tiempo de navidad, hay un pesebre enorme de media habitación, muchos regalos, vinos, galletas, viandas con casi todos los niños del barrio rezando el rosario y cantando los villancicos, son dÃas dorados, muy felices. HabÃa un viejito que nos enseñaba. Nuestro entorno era hermoso y alegre, lleno de amor.
Mi madre compraba detalles para todo el mundo y a nosotros nos compraban la ropa de moda los tres vestidos para el 8-24 y el 31 de diciembre. En enero mi mama nos llevaba a todos de paseo Ãbamos de blanco las cuatro mujeres con vestidos y los cinco hombres con camisas blancas y pantalón. En una ocasión estábamos en Girardot mirando la cartelera de cine donde, de repente se fueron y me dejaron, olvidándose de mÃ, llore mucho. Un policÃa me llevo a la inspección donde vi un bonito pesebre cuando al rato llego mi madre con todos. Me cogió del brazo con brusquedad por la angustia que traÃa y me llevo con ella. Descansé, por un momento pensé que nunca la volverÃa a ver.
Yo la admiraba era una mujer muy dulce todo lo sabÃa hacer muy bien. Cuando ella estaba en casa era un dÃa de fiesta nos bañaba, nos cocinaba rico, todo era perfecto, Yo la veÃa levantarse con el sombrero de papa y sus zapatos, ella se veÃa chistosa pero feliz. Mis padres se querÃan mucho, la felicidad de ellos era de estar juntos. Ambos capitalizaban para sus hijos siempre papa decÃa, lo que tenemos es para nuestros hijos. Lo último que recuerdo de ellos era el parque en frente de mi casa y al lado de la casa de mi hermana mayor donde todos sus nueve hijos con sus esposas, esposos y sus nietos, alrededor de cincuenta personas estábamos rodeándolos en medio de un bbq con guacamole, papas y bailando toda la noche.
Cada momento es unico e irrepetible!
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Escrito por BlancaCeP.
Foto MariaBotch
SECCION HISTORIAS DE MI MADRE

